La situación por la que atraviesa nuestro país es preocupante tanto a nivel político como a nivel económico. Sin embargo, no se compara al nivel de apatía política e ignorancia (autoimpuesta en algunos casos) que tenemos ante todos los problemas que nos afectan.
Perdemos el tiempo revolviendo la misma “M”. Unos con su eterno discurso de ricos versus pobres, otros se desahogan culpando a la “oligarquía” del país por todo lo malo que sucede. Incluso hay otros más creativos que elaboran teorías de conspiración al estilo Hollywood. Y qué decir de aquellos que apoyan y defienden las políticas y movidas del actual gobierno…aquellos que verdaderamente creen que este gobierno está buscando el bienestar de la población cuando todos los días vemos las enormes sumas de dinero que caen en manos de la "familia real".
Perdemos el tiempo discutiendo e intercambiando insultos en las columnas de opinión de nuestros medios escritos, en programas de televisión, de radio e incluso en nuestras propias casas. Que si pertenecemos a cierta clase social se nos tipifica de una forma, que si atendemos una universidad específica entónces de seguro somos niños ricos neoliberales que han sido “coco-washados” y no piensan por sí mismos. Nos encanta alegar, nos fascina victimizarnos y nos produce una adrenalina tremenda inventarnos veinte mil excusas diferentes para justificar el no hacer nada. Y así se repite la historia, siempre en el mismo círculo vicioso.
Mientras tanto, nuestras autoridades roban, mienten, no hacen nada para combatir la violencia y la delincuencia, miles de casos quedan impunes, la economía nacional entra en recesión, las inversiones disminuyen, el miedo se esparce, la ignorancia crece….y así podría seguir enumerando todos los problemas y jamás dejaría de escribir.
Acaso nos hemos vuelto tan indiferentes a la situación que ya no somos capaces de reconocer lo que sucede? La situación en Guatemala es sumamente crítica. No me refiero únicamente a los problemas que siempre han existido por la misma estructura social (eso ya todos lo sabemos, aunque la verdad es que preferimos ignorarlo) sino que me refiero al nivel de corrupción al que hemos llegado…y no sólo del gobierno sino de todos! Nuestra propia indiferencia, nuestro silencio, nuestra carencia de valores y nuestro egoísmo nos vuelven parte del problema.
Si ni siquiera somos capaces de hacer las cosas bien en nuestra propia casa, en el trabajo o en la calle, entónces cómo pensamos que nuestro políticos y gobernantes sí lo harán? Exigimos transparencia y honestidad, pero ni siquiera somos capaces de practicar esos valores nosotros mismos.
Somos excelentes para hablar, nos fascina el chisme, la crítica, le buscamos el morbo a las cosas, somos amarillistas por naturaleza. Pero y qué decir de las buenas acciones, de dar el ejemplo, de la honestidad, de las buenas noticias, de ser positivos, de la humildad, de los valores, de los derechos humanos?
Lamentablemente hemos manipulado todas estas cosas a tal grado que hasta las vemos como algo sucio y aburrido. Al final qué es más fácil: sacarle provecho a las cosas para satisfacer mis propios intereses o hacer el bien? Cuál me dará una satisfacción inmediata?
Que si no tengo qué comer ni cómo mantener a mi familia, acaso no seré un blanco perfecto para el crimen organizado? Por supuesto!
Lo ven? Ven lo crítico del asunto? Ven el círculo vicioso al que me refiero? Es tan fácil caer en la oscuridad, pero requiere el doble de esfuerzo salir de ella. Entónces nos preguntamos por qué estamos como estamos?
La respuesta ya la sabemos! Pero insistimos día a día en darle veinte mil vueltas al asunto. Nuestros columnistas, críticos y analistas políticos, a excepción de algunos cuantos, simplemente no tienen idea de lo que están hablando. No se dan cuenta de la enorme responsabilidad que tienen ante la sociedad. Viven del chisme, de elucubraciones, prejuicios, alimentan su ego y sus intereses personales, no se basan en hechos concretos y lo más lamentable de todo es que lo que debieran estar haciendo es creando soluciones y verdaderamente informando a la sociedad y no polirizándola más.
Me pregunto, y dónde están nuestros líderes? Dónde están los jóvenes? Dónde están los académicos? Dónde está la población entera?
Somos excelentes para causar un enorme alboroto cuando se nos da la gana, pero qué triste que no tenemos consistencia. Yo me incluyo dentro del grupo de inconsistentes. Pero ya me cansé de pensar cómo el gobierno y el crimen organizado nos ven la cara de idiotas! Porque señores, esa es la verdad y todos lo sabemos. Y qué si descubrimos la malversación de fondos en bancos locales, y qué si encontramos cheques a nombre de ciertos familiares, y qué si matan a otro piloto de bus o muere un niño por desnutrición! Acaso nos ha importado? Hemos hecho algo?
No…simplemente seguimos en nuestro sueño lindo y maravilloso en el mundo de Nunca Jamás donde “nunca jamás pasa nada”.
Yo en lo personal, ya no quiero vivir así. Y ustedes? Estamos listos para comenzar a pensar en el bienestar de todos y en hacer las cosas bien? Estamos dispuestos a buscar soluciones en lugar de crear más problemas? Cuando estemos listos para esto, entónces comenzaremos a ver verdaderos cambios…primero en nosotros y luego en nuestra sociedad. Porque el cambio comienza por uno mismo!
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